Givanildo Vieira de Souza, nadie sabía de su existencia hasta que llegó al Oporto. Hulk salió muy joven de su país natal, en el E. C. Vitória (Serie B brasileña) no se percataron de su potencial a largo plazo. En Japón se formó como futbolista. Tenía clase de sobra, pero decidió complementar su fantasía con un potente físico. Su zurda es capaz de hacer goles de varios tipos, la mayoría de ellos de una bellísima factura. Hulk es uno de los cinco titanes del fútbol moderno.
En la liga nipona era un alumno avanzado, aunque no iba a ser un camino sencillo. Llegó al Kawasaki Frontale (J. League), allí le vieron algo verde y le cedieron a un equipo de una división inferior (Consadole Sapporo). En este equipo se comienza a fraguar su leyenda, pasa de ser un jugador ligero y se empieza a transformar en un todopoderoso tanque. La temporada siguiente pasa a jugar en el Tokyo Verdy, allí bautizan a Givanildo como Hulk. La vestimenta utilizada por el equipo nipón (verde) y su gran físico hacen más sencilla la búsqueda de un pseudónimo adecuado. Tres años después de su fichaje por el Kawasaki Frontale y tras varias cesiones en equipos menores, retorna al equipo que se fijó en él. Su gran calidad comenzaba a ser apreciada e intuida por sus nuevos compañeros, esto provocó que el juego del conjunto japonés mejorara.
El gran papel de la estrella emergente brasileña empezaba a llamar la atención la de varios conjuntos europeos. El eficaz equipo de ojeadores del Oporto se adelantaría a todos los demás, pues estaban haciendo un seguimiento del potente atacante antes que los demás rivales. En el Oporto (desde el año 2008) se encuentra con el que será uno de sus mejores socios en su carrera, Radamel Falcao. El cafetero y el brasileño se entienden a las mil maravillas. El auge de esta sociedad tiene lugar en el año 2011. En esta temporada entre los dos suman 74 goles (Hulk hizo 36 y Falcao 38). Estos goles hicieron que el equipo portugués consiguiera el triplete (Liga portuguesa, Copa de Portugal y la UEFA Europa League).
El camino de los dos jugadores se iba a separar pronto. Falcao ficha ese mismo verano por el Atlético de Madrid y Hulk cambia el Oporto por el Zenit. Los rusos pagaron una auténtica millonada por hacerse con los servicios del titán brasileño. Sus primeros meses fueron complicados, la adaptación al equipo y a la climatología, le hicieron bajar su rendimiento. Ahora está demostrando una versión aceptable de su fútbol y le han salido varias novias.
Arturo Herrera/@arti8herdi2/@footballfantas3