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La máquina rojiblanca del Cholo está en su mejor momento

El Celta de Vigo visitaba el Vicente Calderón con la ilusión de una utópica victoria. El Atlético de Madrid sigue invicto esta temporada, empató los dos de la Supercopa, ha ganado todo en Liga y los dos de  la fase de grupos de la UEFA Champions League. El Celta  de Vigo sigue sin encontrar su mejor fútbol y va semana tras semana buscando algo que quizá  no tiene. Luis Enrique apuesta por un mimo de balón difícil de conseguir. En la Roma no le salió del todo bien y aquí no tiene la buena pinta que debería tener su proyecto.

Arda y Filipe siempre muy juntos a la hora de defender y atacar. Foto: Arturo Herrera

Arda y Filipe siempre muy juntos a la hora de defender y atacar. Foto: Arturo Herrera

En los primeros compases del partido se podía percibir el miedo vigués y el escaso hábito de los colchoneros a este horario, dicho esto, el partido tendría una bonita brega en el mediocampo . Una lucha de pizarras repletas de marcajes y seguimientos. En cierto momento de esta lucha, el Atlético de Madrid se empezaba a encontrar más cómodo, sus posesiones empezaban a durar más, y eso ayudaba a la subida de sus lanzas laterales, Juanfran y Filipe. Los dos empezaron a subir sin cesar. Los de Luis Enrique se percataban de que ya estaban siendo dominados. De vez en cuando Rafinha y Oubiña trenzaban alguna jugada con Kron Delhi, pero nunca llegaron a encontrar a Charles, desaparecido en combate.

Ocasión de Villa con la izquierda. Foto :Arturo Herrera.

Ocasión de Villa con la izquierda. Foto :Arturo Herrera.

Villa avisó con un disparo con su pierna izquierda y no acertó.  Filipe aparecía una y otra vez, en una de sus internadas, llegaría la clave del partido. El brasileño fue derribado por un defensa del Celta y el árbitro señaló los once metros. Diego Costa sería el encargado de botarlo y marrarlo. Yoel, que estaba teniendo una fantástica mañana paraba un penalti a la estrella colchonera, a su vez y sin saberlo, estaba haciendo más fuerte a la pantera. Más tarde, tuvo un cabezazo y tampoco estuvo acertado.

Diego Costa cuando falla el penalti. Foto: Arturo Herrera.

Diego Costa cuando falla el penalti. Foto: Arturo Herrera.

El dominio del Atlético de Madrid empezaba  a ser más apabullante, el penalti errado les hizo crecerse, a todos, sí, a todos. Tras un córner, un error de Rafinha y un despeje de Yoel,  comienza el show de los defensas rojiblancos en el área rival. Juanfran coge el balón en la en la medialuna, en vez de acabar la  jugada, toca con Filipe, éste estaba posicionado paralelamente a él, pero en la parte izquierda. El brasileño se la da a su compatriota Miranda que se revuelve dentro del área vigués a la perfección, la recoge Filipe y pone un pase de la muerte. Aparece Diego Godín para rematar a puerta vacía, pero un potente rugido aparece por detrás y le roba el balón, también la envía a la red. También se llama Diego, y también pasaba a ser el pichichi de la LFP, superando a Leo Messi. Errar un penal le hizo luchar más de lo que acostumbra y recogió sus frutos. Se llama Diego Costa.

Diego Costa cuando marca el primero. Foto: Arturo Herrera.

Diego Costa cuando marca el primero. Foto: Arturo Herrera.

Con el gol del brasileño y la ovación de la grada llegaríamos al descanso. Tras el mismo, la misma secuencia, pero con los equipos en diferentes porterías. El Celta empezó a ganarle metros al Atlético de Madrid. Antes, Villa falló un claro mano a mano,  jugada en la que se lesiona, entró Oliver Torres en su lugar, Diego Costa adelantaría su posición. Los gallegos jugaban más arriba y los centrales estaban muy adelantados, además el pichichi los juntaba y hacía más fácil sus desmarques. Así, llegó el segundo. Un gran balón largo desde la línea de tres cuartos propia, deja casi solo a Diego Costa. Él  forcejea en una carrera de varios metros  con un defensor y con su pierna izquierda la pone en el fondo de la red. Un día más era  el  MVP.

Diego Costa cuando marca el segundo. Foto: Arturo Herrera.

Diego Costa cuando marca el segundo. Foto: Arturo Herrera.

Diego Costa en la celebración del segundo. Foto: Arturo Herrera.

Diego Costa en la celebración del segundo. Foto: Arturo Herrera.

El Celta que estaba siendo mejor, mejoró mucho con la entrada Madinda. El mediocampista africano presionaba la salida de balón colchonera y facilitaba los ataques vigueses. También entró Nolito, el andaluz ya vistió hace unos meses la camiseta nazarí en el Calderón y de otro color, de celeste volvía al Manzanares. Su gol también fue celestial, que calidad tiene, se enreda con los defensores al estilo de un gran ratón de área y sin ángulo ni espacio, la pica con el exterior de la derecha con una vaselina, Courtois nada pudo hacer.

Nolito cuando acorta distancias con su gran gol. Foto: Arturo Herrera.

Nolito cuando acorta distancias con su gran gol. Foto: Arturo Herrera.

El belga, al igual que Diego Costa, se reivindicó, salvó el empate con una tremenda estirada, demostrando a su equipo que estará ahí siempre que le necesiten. Ese es el lema de Gabi, desafortunadamente tuvo que salir del campo por un esquince de rodilla, su fundamental trabajo no debe de faltar en el mediocampo rojiblanco. El Atlético de Madrid llega al parón de selecciones mejor de lo esperado, cuenta sus partidos por victorias y tiene al pichichi del campeonato regular. Da miedo la criatura que crea día a día el Cholo y poco a poco es más y más fuerte.



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